Cada año me propongo leer al menos 20 libros. Los selecciono un poco al azar y ahora que leo más autores vivos que muertos, encuentro recomendaciones de otros autores.
Pero empezar un libro sobre finanzas me da mucha flojera. Lo veo como parte de mi trabajo y como considero que las horas que le dedico a la semana ya son suficientes, prefiero leer cualquier otra cosa.
Sin embargo, el año pasado un libro de finanzas sí pasó mi barrera autoimpuesta porque, más que hablar sobre dinero, se trata de las emociones que le depositamos inconsciente o conscientemente. Les quiero compartir los ejercicios y frases que me impactaron.
El libro fue escrito en inglés y la traducción va a ser mía aunque no soy traductora. Este primer extracto es sobre la importancia de hablar de dinero y la autonomía económica.
“Not only have women been disenfranchised for generations from their financial lives, they have also been kept from a primary way they learn: from talking to one another.”
No sólo se ha privado a las mujeres durante generaciones del manejo de sus finanzas, sino que también se les ha alejado de la forma primaria de aprender: hablar entre ellas. Motivo por el cual existe esta plataforma digital y presencial.
“As women have control over more money, we approach a point in history when women’s conceptions of money can begin to influence how the larger world perceives and deals with it.…» “And because we talk so little about money, our money stories have been largely lost to ourselves as well.»
En la medida en la que las mujeres manejan mayor cantidad de dinero, la percepción que ellas tienen impacta en el resto de la población. Hablamos tan poco sobre dinero que nuestras historias se han ido perdiendo en el tiempo.
Para recuperar estas historias y crear consciencia sobre tus creencias, sentimientos y hábitos del dinero la autora de Emotional Currency, Kate Levinson PhD, nos recomienda escribirlos. No es común aprender cómo manejar el dinero y mucho menos cómo lidiar con las emociones que el dinero despierta.
“Depending on our life experiences and our emotional deficits and assets, we may not trust that we can provide for ourselves and so become over reliant on others.”…”We often have an unconscious wish to be taken care of, either because we feel that we are inadequate, not able to provide for ourselves, or are afraid of taking on the challenges in the world required to support ourselves.”
Según nuestras experiencias de vida y avance emocional podemos desconfiar de nuestra capacidad de ser económicamente autónomas y por lo tanto nos volvemos dependientes de otros. Es común tener un deseo inconsciente de que alguien nos cuide, ya sea porque nos consideramos incapaces de mantenernos o por el temor de aceptar los retos que esto implica.
Cuando leí esto me fui directo a una conversación que tuve hace años con una amiga casada. No recuerdo de qué hablábamos cuando de repente me dijo: “Me aterra pensar en ser la proveedora principal de mi familia.”
Me traumó. En ese tiempo, a mis casi 30, ni se me había ocurrido pensar en otro esquema que no fuera el que mi futuro esposo se encargara del 100% y lo mío sería el extra. Hasta este punto nunca me había puesto en el lugar de los hombres o mujeres que aceptan este trato.
Yo ya acepté el reto de ser independiente pero también reconozco que me sigue dando muchísimo miedo no poder.
Les dejo algunas de las preguntas relacionadas con la autonomía financiera:
– ¿Te gustaría que alguien se encargara de ti económicamente?
– Si la respuesta es sí, ¿total o parcialmente? ¿De quién te gustaría depender?
– Si eres económicamente dependiente, ¿el dinero viene con condiciones?
– Si eres económicamente independiente, ¿desde qué edad empezaste?
– ¿Te gustaría que alguien dependiera de ti? ¿Le pondrías condiciones?
+Ver más sobre independencia económica: